
Su camino a la fama comenzó de manera poco común, Rodrigo había ido a actuar a un boliche de Catamarca y antes de su show escuchó un tema que impacto al “Potro” y enseguida pregunto quien lo cantaba. Le dijeron: "Es Walter, un chiquito de aquí, es justamente ese muchacho que está en la barra tomando algo".
Los presentaron, Rodrigo escuchó su música y enseguida lo invitó a Buenos Aires a cantar con él. Walter aceptó sin dudarlo un instante. Así recorrió varios bailes en Capital y hasta una gira por la Costa Atlántica, junto a Rodrigo Bueno.
Desde su primer trabajo, llamado A pura sangre, Olmos logró vender

Ya consagrado como cantante, Walter editó sus otros dos discos, los cuales fueron un éxito, quedando así como uno de los pocos exponentes de la movida cuartetera, ya que dos años antes había fallecido Rodrigo en un trágico accidente.
Pero todo acabo en la madrugada del 8 de septiembre del 2002. Walter, junto a unos amigos que estaban festejando el último concierto, en un confuso episodio se suicidó jugando a la traicionera ruleta rusa. Y esa misma noche, “La Locomotora” perdió el fuego que lo llevaba por los rieles de la vida.
Walter Olmos - Amor adolescente
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